Denver (CO), 4 dic (EFE News).- Más de 200 empleados del frigorífico JBS en Greeley, en el norte de Colorado, fueron removidos de sus puestos de trabajo y enviados a sus domicilios, con pago y beneficios completos, debido a que presuntamente han contraído la covid-19, según reportes difundidos este viernes y confirmados por el sindicato local.

Según JBS, los trabajadores afectados son considerados “en riesgo” debido a su edad o a factores preexistentes de su salud. El frigorífico cuenta con unos 3.000 empleados, aunque solo aproximadamente la mitad continúan activos debido a la pandemia.

El nuevo brote de coronavirus en ese establecimiento había sido detectado por el Departamento de Salud Pública y Medioambiente de Colorado (CDPHE) el pasado 25 de noviembre (aunque se estima que comenzó una semana antes), con 32 operarios contagiados.

El brote ocurre en el marco del rápido aumento de casos en el condado Weld (donde está Greeley), con casi 4.000 nuevos casos desde el 19 de noviembre hasta el 2 de diciembre, incluyendo 208 muertes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

El pasado 17 de julio el Departamento de Salud Pública y Medioambiente le había informado al gobernador Jared Polis que esa jurisdicción no implementaría el requisito de usar cubrebocas ni limitaría el número de personas en reuniones públicas o privadas.

A mediados de noviembre pasado, cuando Polis impuso nuevas restricciones (cierre de bares y restaurantes, límites en gimnasios y centros religiosos), las autoridades de salud del condado Weld repitieron su decisión de no seguir esas reglas.

“Estamos muy preocupados de que las cosas nuevamente se vuelvan mortales”, dijo en declaraciones preparadas Kim Cordova, presidenta del Sindicato Unido de Trabajadores Alimenticios y Comerciales, Local 7, que agrupa a los empleados de JBS.

Desde el inicio de la pandemia, seis empleados del frigorífico (la mayoría hispanos) fallecieron por el coronavirus.

"Estos trabajadores no tienen la oportunidad de practicar el distanciamiento social dentro de la planta; no tienen control sobre eso”, explicó la dirigente.

Por su parte, también por medio de un comunicado, Andre Nogueira, presidente de JBS USA, había dicho al inicio del nuevo brote que se sentía “muy confiado” en que no habría interrupciones "al nivel que se vio en abril y mayo pasados”, cuando el frigorífico estuvo cerrado durante varios días para limpieza, desinfección e instalación de equipo de protección.

A nivel nacional, según un reporte difundido esta semana por el Wall Street Journal, 8 % de los empleados de frigoríficos y plantas procesadoras de carne han contraído la covid-19 o se han visto impedidos de ir a trabajar por haber estado en contacto con contagiados.