Libro exalta legado de exalcalde de Dorado
Como vocación sagrada de servir a su pueblo, pero con calidad y respeto al pueblo describe su histórica labor el exalcalde de Dorado, Alfonso López Chaar, conocido por todos como “Papiño.”

Alfonso (Papiño) López Chaar y su esposa, Erica Ivers de López, se mantienen activos a través de su propia Fundación que este año ha entregado becas a estudiantes universitarios.
Por Griselle Vázquez Sevilla
DORADO — Como vocación sagrada de servir a su pueblo, pero con calidad y respeto al pueblo describe su histórica labor el exalcalde de Dorado, Alfonso López Chaar, conocido por todos como “Papiño.”
Al divulgar el contenido de su libro Vocación al servicio público, subraya que el “servidor público es quien trabaja para servir a otros, a las personas con necesidades facilitando la intervención de alguna agencia de gobierno” para aliviar o resolver situaciones.
En su trayectoria pública se desempeñó como Representante a la Cámara por Acumulación, Secretario de Estado y asesor de la gobernación.
Afirma que, una vez llegó a la alcaldía (1973—1987) siempre procuró mantener oído en tierra, dialogando y recopilando inquietudes de la gente del pueblo. “Creo que para lograr las metas propuestas para lograr algo en el pueblo uno tiene que buscar voluntades de todas partes. Tenía que contar con todas las demás personas, independientemente de partido, religión o etnia”.
Dentro de su trayectoria de 14 años como alcalde de Dorado considera como acierto haber servido a todos por igual, “sin importar banderas políticas. Fue poder unir a un pueblo para que, junto a mí, lograr avances en administración sana y de vanguardia incluyendo áreas esenciales como la limpieza y ornato”, recalcó López Chaar, hijo de un maestro de escuela pública, Alfonso López García y la comerciante desde el hogar, doña Matilde Chaar Trinidad.
“Papiño” se describe como sensible y realista. Considera que su desacierto, que se replica en todos los municipios, fue no tener un plan coordinado para lograr que fondos federales se aprovecharan al máximo.
PLAN DORADO 2000
“Por eso, lo más importante lo logré en mi último cuatrienio con el plan ‘El Dorado 2000’. Constaba de un ordenamiento territorial para evitar un desparrame urbano que desplazaría al comerciante del casco del pueblo. Eso quisimos evitarlo. Desgraciadamente, el plan no se llevó a cabo porque salí de la alcaldía y no se le dio el cariño que merecía”, sostiene.
Durante la entrevista con El Expresso, se le preguntó: ¿Qué cambiarias actualmente?
“Creo que el presupuesto, frente a las necesidades, porque está mal distribuido. No se puede tener, como tienen los municipios en general, la nómina con más de 60% del presupuesto. No hay éxito cuando la prioridad es la nómina…. En el ejecutivo, el gobierno es tan grande que el gobernador no puede controlar todas las agencias de gobierno. Segundo, hay muchos ‘yes man’ en el gobierno; gente que lo que quiere es pintarle el lado bonito al gobernador, no la realidad. Y eso, pasa en los municipios. Por eso, mi caminar por el pueblo, interactuar con la gente, me vino como anillo al dedo”.
En su libro expresa que la política “no es ambiente para débiles”.
¿Cuán difícil fue llevar su función de alcalde enfrentando el poder la política partidista?
“En mi caso la política partidista nunca me atrajo para servir a la gente”, afirmó sobre su estilo administrativo para activar proyectos de salud, deportes, cultura, actividades comunales.
Recuerda que, a nivel administrativo, fue el primero en capacitar a nivel tecnológico el sistema de contabilidad con computadoras que sirvió de modelo a todos los municipios.
INNOVAR EN DORADO
“Me gusta estar a la vanguardia; siempre busqué cómo innovar en el municipio. Dorado era mi laboratorio de trabajo y yo estaba con una grabadora para arriba y para abajo, para que tan pronto surgiera una idea grabarla y no olvidarla”, acentuó, quien intentaba siempre traer ideas de otros lugares como resultado de sus viajes.
Sobre si alguna vez se arrepintió de haber incursionado en la política, dijo: “Sí, tuve dificultades para todo pero, cada vez que podía ayudar a alguien o ayudar a que un proyecto o idea se desarrollara, eso era mi aliciente, y la lucha había sido productiva”.
Según “Papiño” López Chaar, siempre luchó contra la idea del pensamiento institucional del gobierno que, al parecer, todavía prevalece: “El lema del gobierno es deja para mañana lo que puedas hacer hoy… Así es el gobierno”.
SIN AFERRARSE
Su misión nunca incluyó aferrarse a una silla. “Creo que uno no se debe convertir en dictador. No creo que nadie se debe perpetuar en los puestos, porque después haciendo cosas indebidas y sabiendo que lo hiciste mal, aún tendrás gente que te las aplaude”, lamentó.
Este ilustre exalcalde doradeño espera ser recordado por su gente “como la persona que entregó todo por el bienestar de nuestro pueblo”.
“Los quiero mucho siempre. Llevo a Dorado en mi corazón”, dijo y rubricó exhortando a “ayudar a la persona que está, o estará en el futuro en las riendas del gobierno para que Dorado siga adelante”, concluyó.
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