Alergias de primavera
La alergia es una respuesta inmune a una sustancia inofensiva, donde el cuerpo crea anticuerpos como respuesta desencadenante.
Los desencadenantes comunes incluyen el polvo, la comida y la caspa de las mascotas. En primavera, el polen de árboles, pastos y flores puede agravar los síntomas de la rinitis alérgica o fiebre del heno. Si bien las alergias convencionales a menudo pueden controlarse con medicamentos y cambios ambientales, las alergias crónicas pueden requerir atención médica.
Los antihistamínicos brindan un alivio rápido de síntomas como congestión, estornudos, secreción nasal y picazón en los ojos. Sin embargo, para quienes buscan alternativas u opciones complementarias a los medicamentos de venta libre, algunos suplementos pueden brindar alivio.
Antes de introducir cualquier suplemento nuevo en tu rutina, consulta con tu médico, especialmente si estás tomando otros medicamentos. Examina estas opciones:
1. Quercetina: Es un flavonoide que se encuentra en frutas, verduras, flores y plantas; es un poderoso antioxidante que les da sus colores vibrantes. Según la biblioteca de salud de Mount Sinai, los suplementos de quercetina pueden ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, ciertas neoplasias malignas, inflamación y daño celular. La Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) afirma que los estudios preliminares in vitro indican que los suplementos de quercetina pueden ayudar a combatir las alergias al estabilizar los mastocitos, reduciendo así la producción de histamina.
2. Vitamina C: Aunque la vitamina C generalmente se busca durante la aparición de un resfriado, también puede ayudar a aliviar los síntomas de las alergias estacionales, como el resfriado y la secreción nasal. La vitamina C es bien conocida por su capacidad para mejorar el sistema inmunológico y reducir la inflamación. Puede estimular el sistema inmunológico y potencialmente reducir la gravedad de los síntomas de la alergia. Según los profesionales de la salud, este suplemento puede reducir la hinchazón, la sensación de picazón, la secreción nasal, el exceso de moco y los ojos llorosos.
3. Probióticos: La fiebre del heno ocurre cuando las vías respiratorias nasales se inflaman como reacción a un alérgeno, lo que provoca una variedad de síntomas desagradables como estornudos, congestión, ojos llorosos y picazón en la nariz. Investigaciones recientes sugieren que tomar un probiótico diario puede ayudar a modificar las respuestas inmunes e inflamatorias, lo que podría aliviar estos síntomas. «El beneficio clínico de la terapia con probióticos depende de numerosos factores, como el tipo de bacteria, la vía de administración, la dosis, el régimen y otros factores subyacentes,” observa un estudio publicado en el North American Journal of Medical Sciences.
