Por Zenaida Ramos Ramos
La pasión del bayamonés Eddie Pérez Pérez ha sido siempre el deporte desde niño y sobresalió en balonmano y polo acuático. Pero, nunca imaginó que se convertiría en un artesano galardonado después de jubilarse de maestro.
El atleta descubrió su talento en la artesanía durante la pandemia del covid-19. En el patio de su casa, el huracán María arrasó con un árbol en el 2017. Su compañera Margie Ramírez le pidió que le hiciera una vinera con la madera de unas paletas que se utilizan en los supermercados para transportar mercancía. Con la vinera taparían un hueco que quedó en el árbol.
Sin tener experiencia en la talla ni en la confección de obras artesanales, Pérez hizo la vinera que gustó mucho a sus allegados. Así preparó otras que le solicitaron. A partir de esa primera obra, decidió seguir desarrollando su talento escondido y talló banderas, el Sol taíno y aves, entre otros símbolos patrios. Tomó una clase de pintura en su pueblo natal, Bayamón, y continuó tallando y pintando en madera de pino y de las paletas.
El trovador “Chuíto, El de Bayamón” y Victoria Espinosa, directora y productora de teatro, inspiraron a Pérez para elaborar dos artesanías en madera y participar en La Campechada, actividad donde se realza el arte y la cultura. Ganó el primer lugar con ambas obras. En La Campechada de 2022 compitió con su obra “El de Bayamón”, donde talló el rostro del trovador sobre la bandera y el mapa de “La Ciudad del Chicharrón”. También incluyó una quebrada y gotas de lluvias en alusión a la canción famosa de “Chuíto”, “Yo me tomo el ron”.
Presentó en La Campechada de este año la obra “Virtuosa” donde talló tres rostros de Espinosa cuando dio sus primeros pasos en el teatro, cuando daba clases en la UPR y había dirigido piezas teatrales, y cuando se había consagrado como la madre del teatro puertorriqueño, explicó el artesano. En su obra colocó cadenas blancas y negras para representar cómo Espinosa venció el racismo de su época. “Ella era mujer, negra e inteligente. Nació en 1922 y superó el racismo; rompió cadenas. Incluyo la cadena negra y crema porque ella fue la primera que trajo un desnudo al teatro por eso son de color carne. Otras cadenas son de diferentes colores porque fue la primera que trajo una obra de teatro de féminas…”, indicó el educador.
Hoy mira sus obras y se asombra de cómo ha creado hermosas artesanías, luego de dedicarse al deporte desde su niñez y jubilarse de maestro de educación física. “La artesanía es un pasatiempo. Descubrí muchas cosas que no sabía que podía hacer. Quiero coger clases de pintura, de talla. Quiero hacer obras grandes”, confesó.
A la entrada de su casa acumula pedazos de madera para transformarlos en obras admirables. Este año, el Overseas Press Club entregó artesanías confeccionadas por Pérez, a los periodistas galardonados con diversos premios. Utilizó caoba y majo para tallar Los Reyes Magos, la garita de El Morro, adoquines, el Sol taíno y aves, entre otros detalles.
Hace unos días comenzó a hacer otra obra con íconos de San Juan. Ya talló la Capilla del Cristo, la puerta de San Juan, la amapola y unas palmas. A su creación artística le añadirá unos niños volando chiringa y tallará la campana de La Capilla. “Primero, consigo un pedazo de madera. Marco lo que quiero dibujar; trazo las líneas que yo quiero. Utilizo una caladora. Con el calado trazo toda la pieza… Luego de que lo tenga ya en esta parte, empiezo con la decoración, a colocar los elementos, a pintar”, explicó el maestro.
ATLETA, MAESTRO Y ARTESANO
Cuando tenía 18 años, Pérez representó a Puerto Rico en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en natación, y después en los Juegos Panamericanos que se celebraron en Canadá. Ha competido en múltiples torneos de balonmano, deporte que sigue practicando con el equipo másterde Puerto Rico. “Me gustan mucho los deportes. Me emociono cuando hablo de deportes. Desde pequeño jugué baloncesto y béisbol en categorías menores. Estuve en el equipo de natación de Bayamón y de polo acuático. En la universidad jugué baloncesto de la LAI”, recordó el atleta, padre de Edrick, de 30 años, y Derick, de 23.
A la hora de sentarse a trabajar en una obra artesanal, el deporte le ha ayudado a ser disciplinado y le ha dado la capacidad de competir. “Con la artesanía he descubierto nuevas habilidades y es un reto, al igual que en el deporte. La artesanía me ayuda a concentrarme porque yo debo tener déficit de atención… La disciplina vence la inteligencia, aunque no parezca. Te hace seguir superándote. Puedes ser inteligente, pero la constancia, ser disciplinado, hacer las cosas a tiempo te van a dar la victoria y te van a ser mejor. Sé disciplinado y llegarás donde quieras”, aconsejó Pérez, quien solo tiene un hermano mayor, Roberto.