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DESDE MI GARITA

DESDE MI GARITA

por Neftalí Fuster González

UN LIDER OBRERO

                En la madrugada del 12 de mayo de 1898 —hace 124 años— San Juan fue bombardeado por un escuadrón de la Marina de los Estados Unidos, al mando del almirante William T. Sampson.

                Esa fuerza naval estaba buscando a una escuadra española, comandada por el almirante Pascual Cervera, que había zarpado de las islas de Cabo Verde en dirección a las Antillas.

                Según el historiador Joseph G. Dawson, la aventura de Puerto Rico le proporcionó al escuadrón experiencia operacional, practica de artillería y la información de que Cervera no estaba en San Juan. Pero hubo otro logro. El bombardeo resultaría en la liberación de la cárcel de un hombre que vendría a ser el fundador del movimiento obrero en Puerto Rico y un gran líder político: Santiago Iglesias Pantín.

                Nacido en La Coruña, España, el 22 de febrero de 1872, Iglesias Pantín se hizo carpintero, y desde joven se envolvió en actividades radicales en favor de los trabajadores. Su pensamiento fue influenciado por las teorías revolucionarias entonces en boga en Europa, así como por las ideas del líder catalán Francisco Pi y Margall, creyente del sistema federal republicano de gobierno para España.

                En 1887, ansiando nuevos horizontes, Iglesias abordó un barco que lo llevó a La Habana, luego de hacer escala en San Juan. En Cuba, el joven idealista trabajó como carpintero y, nuevamente, estuvo participando en actividades obreras, y colaboró con el movimiento separatista.

                Las actividades políticas de Iglesias resultaron en una orden de arresto en su contra, expedida por el Capitán General Valeriano Weyler.

                Forzado a abandonar Cuba, Iglesias llegó a San Juan el 26 de diciembre de 1896, en un momento en que no existía en Puerto Rico ningún movimiento obrero. Comenzó a organizar a los trabajadores, con el propósito de crear una federación del trabajo para la protección de los derechos de los obreros y el mejoramiento de sus condiciones laborales, incluyendo mejores salarios. Predicó sus ideas sobre las uniones de oficios, y sobre el socialismo.

                Algunas personas en San Juan veían al joven organizador como un extranjero peligroso. Otros, en posiciones de poder en la estructura del gobierno colonial español, comenzaron a escuchar sobre las ideas —descritas como propaganda subversiva— que el recién llegado estaba diseminando.

                En mayo de 1897, Iglesias comenzó a editar un semanario llamado “Ensayo Obrero” y el 25 de noviembre de ese año se aprobó la Carta Autonómica para Cuba y Puerto Rico.

                El nuevo régimen estaba, para todo propósito práctico, bajo el control del Partido Liberal Fusionista, de inclinación monárquica, dirigido por Luis Muñoz Rivera. Los liberales temían que el radicalismo de Iglesias pudiera perjudicar sus objetivos políticos. Como editor de “Ensayo Obrero” Iglesias fue encarcelado por no proveer dos copias de la publicación a las autoridades. Unos días más tarde Iglesias fue liberado de la cárcel, pero continuó con sus actividades, a las que siguieron más arrestos.

                El 27 de marzo de 1898 se celebraron las elecciones generales del régimen autonómico. Ese mismo día, Muñoz Rivera expidió una orden de arresto contra Iglesias, quien tuvo que huir. Poco tiempo después fue informado de que su escondite no era seguro. Se le aconsejó que abandonara la isla para irse a Nueva York vía Saint Thomas. Cuando trataba de escapar, fue reconocido y capturado por la Guardia Civil, siendo encarcelado nuevamente.

                En la mañana del 12 de mayo de 1898 Iglesias estaba preso, en compañía de otros sospechosos de activismo político. Los prisioneros estaban escuchando el duelo de artillería entre los castillos españoles y los barcos americanos.

                Las fuerzas de Estados Unidos arribaron a Guánica el 25 de julio y avanzaron hacia San Juan. Una mañana, cuando el Ejército de Estados Unidos estaba marchando sobre Río Piedras, los prisioneros políticos en San Juan fueron liberados. Entre esos prisioneros estaba Santiago Iglesias Pantín, que continuaría con sus luchas para emancipar a los trabajadores, fundando el movimiento obrero puertorriqueño, creando el Partido Socialista de Puerto Rico y, finalmente, ocupando el cargo de Comisionado Residente en Washington.

CITA MEMORABLE

“La experiencia ha demostrado suficientemente que el sistema marxista es incapaz de generar prosperidad en ninguna parte. En el Tercer Mundo no ha logrado ni logrará otra cosa que agravar la miseria.” —JEAN-FRANCOIS REVEL, en Carlos Rangel, El tercermundismo, de Monte Ávila Editores, Venezuela, 1982, página 15.

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