Lcdo. Neftalí Fuster González
THANKSGIVING
Próximas a llegar las festividades navideñas, ya celebramos el Día de Acción de Gracias —Thanksgiving Day— tradición que se celebra en toda la nación americana, incluyendo al archipiélago de Puerto Rico.
Esta tradición se originó en la colonia de Plymouth, en el actual estado de Massachussets, con la llegada de los peregrinos, que vinieron de Inglaterra en busca de un lugar donde tuvieran la plena libertad de culto, en el que pudieran adorar a Dios.
La severidad del invierno de 1620 mató a casi la mitad de los peregrinos, pero en la primavera siguiente hubo una cosecha abundante. En gratitud, los sobrevivientes hicieron una fiesta de celebración de acción de gracias al Todopoderoso, cuyo plato principal fue el pavo asado.
Así fue pasando el tiempo, y llegado el 1789, el presidente George Washington seleccionó un día para dar gracias por el establecimiento de la nueva nación.
En su proclama encontramos las siguientes palabras: “Es el deber de todas las naciones el reconocer la providencia del Dios Todopoderoso, el obedecer su voluntad, el ser agradecido por sus beneficios, y humildemente implorar su protección y favor.”
La celebración del Día de Acción de Gracias continúo celebrándose, pero sin una fecha fija, y no la tuvo hasta 1863, cuando el presidente Abraham Lincoln la estableció. En su Proclama de Acción de Gracias, separando el ultimo jueves del mes de noviembre como día festivo, escribió: “Invito a mis conciudadanos de cada parte de los Estados Unidos, y también aquellos que están en el mar y aquellos que están en tierras extranjeras, de separar y observar el último jueves de noviembre, como Día de Acción de Gracias y de honrar a nuestro Padre que vive en los cielos.”
El autor que escribía bajo el seudónimo de O. Henry (“The Trimmed Lamp”) el Día de Acción de Gracias, afirmó que “es el día que es puramente americano”. Y ahora se ha convertido en un día que se celebra en todo Puerto Rico. Esa fecha se celebra con la tradicional celebración y con otras actividades. Una de esas lo es el Maratón del Pavo.
El Día de Acción de Gracias, como otras tradiciones americanas, ha sido adoptado en Puerto Rico y hoy es una parte integral de la cultura y la forma de vivir del puertorriqueño.
Un jurista americano, Louis D. Brandeis, quien estaba orgulloso de su herencia judía, dijo: “América ha creído en la diferenciación, no en la uniformidad, pasa el camino del progreso. Ha actuado en esa creencia, ha adelantado la felicidad humana y ha prosperado.”
Ser americanos, y a la vez buenos puertorriqueños, es nuestra realidad y futuro.
Puerto Rico tiene su propia identidad cultural, y está orgulloso de su rica herencia. Nuestra tradición, historia, literatura, música y otras expresiones artísticas son atesoradas por todos nosotros. Nuestro idioma español es la sangre de nuestro espíritu. Mientras haya un puertorriqueño viviendo sobre la superficie de este planeta, nuestra particular identidad será atesorada.
Pero, esto no significa que no estemos orgullosos de ser leales ciudadanos americanos, o que nos veamos como ciudadanos de una nación separada. Los puertorriqueños tenemos orgullo por nuestra bandera de la estrella solitaria, al igual que los tejanos sienten orgullo por su bandera estatal.
Nosotros rezamos en iglesias cristianas, como los ciudadanos de Utah acuden a los templos mormones.
Nosotros celebramos el Día de los Tres Santos Reyes, mientras que el Día de San Patricio es una tradición irlandesa en Boston.
Nosotros nombramos nuestras ciudades y pueblos con nombres en español, al igual que ocurre en el Estado de California. Pero en otros estados la situación varia.
Y es que en los Estados Unidos de América la vida es variada y diversa, y seguirá siendo así.
CITA MEMORABLE
“Conoces todas las palabras-talismán. Democracia, patriotismo, régimen de derecho, separación de poderes, sociedad civil, renovación moral. Lo peligroso es que crees en ellas. Lo malo es que las dices con convicción.” —Carlos Fuentes, en La Silla del Águila, 2002.