Jimmy Baruc: Una carrera impulsada por la fe

Por Gloria Garced

El saxofonista puertorriqueño Jimmy Baruc ha recorrido un largo camino para lanzar su primer sencillo como solista, titulado Abres Camino, en español y en su versión en inglés Way Maker.

Con una trayectoria impresionante que abarca más de tres décadas, Baruc ha trabajado junto a grandes artistas y ha sido parte de importantes orquestas en la escena musical puertorriqueña. Sin embargo, su pasión por la música lo ha llevado a un nuevo capítulo, uno donde la fe y la música se entrelazan de manera profunda y personal.

El deseo de Jimmy Baruc por emprender su carrera como solista comenzó en los años ‘90, mientras cursaba su bachillerato en saxofón y Educación Musical en la Universidad de Puerto Rico. Su plan inicial era lanzarse como solista al graduarse en 1993, pero la vida tenía otros planes para él. “Formaba parte de la orquesta de Roberto Roena y de Mayra y Celinés en ese momento, y luego, en 1994, me uní a Grupo Manía y más tarde a la agrupación de Gisselle”, explica Baruc. Finalmente, en 2018, decidió que era el momento de dar el paso como solista, y en 2023, comenzó a tomar forma su primer disco.

Sin embargo, a lo largo de su carrera, la gente ha comenzado a compararlo con una leyenda del saxofón, el renombrado Kenny G. “Es muy importante destacar que han sido las personas quienes me han comparado con Kenny G, no yo mismo”, aclara Jimmy con humildad. “Para mí, es un honor que me comparen con él, soy un gran fan de su música”.

Según Baruc, esta comparación comenzó cuando formaba parte de Grupo Manía, donde Oscarito y Chino (Reynaldo) lo presentaban como el “Kenny G boricua” durante sus solos en las baladas. “Mis compañeros en los hoteles incluso bromean diciendo a los huéspedes que soy su “Kenny G personal, y que pueden pedirme cualquier canción”, añade entre risas.

A pesar de las comparaciones, Baruc sigue fiel a su estilo único, impulsado por su profunda fe. Su primer sencillo como solista, Abres Camino, es una poderosa alabanza cristiana que refleja su espiritualidad. “El mensaje de la canción es directo al corazón y a la mente”, dice Baruc. La canción resalta la certeza de que Dios siempre está presente, obrando incluso cuando no podemos ver Su plan. “Él es milagroso, cumple promesas, y su propósito en mi vida es claro. Mi fe en Él ha sido inquebrantable”, afirma con convicción.

La fe no solo ha moldeado su música, sino también su perspectiva de vida y carrera. “A lo largo de mi trayectoria, he aprendido muchas lecciones valiosas que ahora aplico en mi trabajo como solista”, comenta Baruc.

“La disciplina, responsabilidad, perseverancia, compromiso, humildad, y seguridad han sido fundamentales en cada etapa de mi carrera”. Pero lo más importante, según Baruc, es mantener a Dios en el centro de todo. “Eso es lo que me ha permitido crecer tanto personal como profesionalmente”.

La versatilidad de Baruc también juega un papel clave en su éxito. A lo largo de los años, ha interpretado una amplia gama de géneros musicales, desde salsa, merengue, bachata y rock, hasta baladas y reggaetón, siempre incorporando su toque personal y espiritual. Sin embargo, para Baruc es crucial que las canciones que interpreta no vayan en contra de sus principios cristianos. “Soy muy cuidadoso con el mensaje que transmito. No interpreto canciones con doble sentido o palabras soeces”, asegura.

Además de su faceta como solista, Jimmy Baruc lleva más de 30 años desempeñándose como maestro de música, lo cual considera una gran bendición.