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Voluntarios ayudan a los damnificados

Voluntarios ayudan a los damnificados

ZENAIDA RAMOS RAMOS

Especial para El Expresso

Buenos samaritanos, gente bondadosa y organizaciones sin fines de lucro han recorrido sectores, barrios y campos para ayudar a las personas que han sufrido los estragos de eventos atmosféricos recientes.

Diez años han transcurrido desde que unos jóvenes fundaron la organización con base cristiana, Hunger Corporation. Desde entonces, sus integrantes y voluntarios han reconstruidos casas, limpiado hogares y donado productos de primera necesidad a los damnificados de los huracanes María y Fiona.

Cuentan con alrededor de 600 voluntarios anualmente, procedentes de Puerto Rico y de Estados Unidos. “La corporación es de Puerto Rico. Fue fundada por los jóvenes puertorriqueños Steven y Christian Feliciano, en el 2012. Estaban apasionados por servir. Ese grupo fue creciendo hasta que lo formalizaron en una organización. Después del huracán María [2017] tuvieron la oportunidad de formalizar la corporación… En los últimos tres años nos hemos estado enfocando en el pueblo de Dorado,” informó Kenneth Pérez Vergara, gerente de Administración de Hunger Corporation.

Luego del huracán María la organización comenzó a restaurar docenas de casas y escuelas, construir viviendas nuevas, impulsar pequeños negocios y ayudar a agricultores locales.

AUXILIO EN DORADO

En Dorado adoptaron la comunidad de escasos recursos económicos La Hormiga, donde residen 32 familias cuyos hogares sufrieron diferentes daños.

“Dorado es una ciudad que está experimentando un gran volumen de desarrollo. Sin embargo, muchas comunidades se han quedado atrás en ese desarrollo. Si se nace en una comunidad (pobre) o en otra (con más recursos económicos), se van teniendo unas experiencias diferentes. Una de las necesidades identificadas es la discrepancia de clases sociales dentro del pueblo de Dorado. En Los Pinos, Sabanera Health Center tiene un hospital nuevo y personas con alto nivel de recursos pueden asistir. Sin embargo, a varios metros hay una comunidad que diría que el 80 por ciento vive en niveles de pobreza. La discrepancia social se puede ver no tan solo cómo viven, sino también en los niveles de educación”, dijo Pérez Vergara.

Para colaborar con la educación pública, Hunger adoptó la Escuela Jacinto López Martínez. Más de 60 voluntarios pintaron dos canchas, limpiaron áreas verdes, crearon un espacio para reuniones en la biblioteca e instalaron pizarras nuevas.

“Como organización, comprendemos que todos los niños son igualmente dignos. No es justo que los niños que nacieron de unos padres sin recursos no reciban educación de primera. Parte de lo que nos hemos propuesto es adoptar escuelas locales,” sostuvo el gerente, quien comenzó como voluntario y después se unió al personal.

EN OTROS PUEBLOS

Tan pronto pasó Fiona, ahora en septiembre, los voluntarios acudieron a varias comunidades donde ocurrieron inundaciones en Toa Baja y Vega Baja.

Allí ayudaron a los residentes a limpiar sus casas y les proveyeron artículos de primera necesidad, con la colaboración de la fundación The Happy Givers y Grace Church.

También acudieron a tres fincas de café en Adjuntas, para ayudar a los agricultores que perdieron sus cosechas.

Más de 30 colaboradores sembraron café y trasplantaron matas de plátanos. Hunger cuenta con la marca de Café Mañana, de Adjuntas, para obtener fondos económicos que utilizan en sus proyectos benéficos. Además, reciben donativos de ciudadanos.

Gracias al esfuerzo de tantas personas, Hunger ha podido ayudar en diferentes pueblos, entre ellos, Carolina, Manatí y Vega Alta. Así mismo, ha dado la mano en República Dominicana, Honduras y en el Amazonas, en Brasil, donde contribuyeron a establecer una planta de tratamiento de agua potable en un poblado.

Junto a 57 voluntarios construyeron pupitres, un playground y cuatro casas en Guayubín y Hoya Grande, República Dominicana, además de hacer mejoras a más de 12 casas. En esas tareas colaboraron iglesias y familias dominicanas.

Por otro lado, la planta de tratamiento en el Amazonas produce 6,000 litros de agua potable diariamente. “Antes, las madres tikunas caminaban 20 a 30 minutos para buscar agua sucia para tomar y cocinar. El grupo de Amazonas 2015 construyó seis oasis en puntos estratégicos de la comunidad para reducir ese tiempo a 5-8 minutos”, indica la corporación.

El norte de Hunger Corporation ha sido impulsar el desarrollo social, económico y educacional de la comunidad. Para lograr sus objetivos ha requerido de gente que gusta ayudar a otros sin esperar algo a cambio y de la colaboración de otras organizaciones sin fines de lucro.

“Aceptamos voluntarios de cualquier creencia religiosa. Lo único que necesitamos es que (la persona) esté dispuesta a servir. Nuestra organización es independiente, con valores cristianos,” recalcó Pérez Vergara.

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